sábado, 2 de marzo de 2013


Cuento:
Robar es robar

Manolo era un niño normal. Tenía 16 años, estaba en 1º de Bachillerato. Era un chico estudioso. Tenía los problemas de cualquier adolescente estudiante de su edad. Vivía con sus padres, él era el menor de tres hermanos: Antonio, que tenía 18 años y su hermana Ana, que tenía 20 años.

Como todos los viernes Pedro, el novio de Ana,  iba a ir a a su casa, así que para evitar problemas, prefirió quedar con sus amigos. Pedro no le caía muy bien, era un poco chulito, siempre le estaba haciendo rabiar con el fútbol y no dejaba de molestarle cuando estaba en casa.

Manolo había quedado con su novia María en la parada de metro Príncipe Pío y luego irían a buscar a los demás. Estaba harto de oir las conversaciones de la gente de alrededor, sacó su viejo MP3, sonrió al verlo, le recordó el día de su comunión cuando se lo regalaron y la ilusión que le hizo, era una copia del Ipod pero él no se había dado cuenta, hasta que Pedro se lo dijo entre risotadas, siempre Pedro. Entró en el vagón rápidamente, miró a la derecha y vio un sitio, aceleró el paso y se sentó tranquilamente. Justo enfrente de él había un hombre adulto, de unos 45 años, parecía cansado, por un instante le recordó a su padre. Manolo iba distraído tarareando su canción favorita, Whistle; estaba inclinado hacia adelante, toqueteando los botones buscando una canción cuando entró un hombre mayor al vagón. El hombre que tenía enfrente se levantó para cederle el asiento y justo cuando pasó chocó con su rodilla y rápidamente le miró de arriba a abajo. Estos viejos siempre igual, el hombre se dirigió hacia la puerta y se agarró de las barras, era un friki, no dejaba de mirar a todos los lados. De repente, Manolo se dio cuenta de que había un sobre al lado de su pie derecho, rápidamente lo pisó y se incorporó para cogerlo; sería del friki, miró en su interior y para su sorpresa estaba lleno de billetes de 500€. Era un taco enorme, no supo calcular a primera vista pero por lo menos habría ¡100.000 €! 

Le había tocado la lotería. Su familia no tenía mucho dinero y aunque sus padres trabajaban los dos, no había para muchos caprichos. Se lo guardó rápidamente en el bolsillo de atrás de sus pantalones heredados. Antes de llegar a casa se pasó por el Game y se compró la Play Station 3, era el único de su clase que no la tenia. Y también el COD: Black Ops 2 y el FIFA 13. Como su hermano siempre le había acompañado a clase y le llevaba a los partidos de balonmano, le compró en IPhone 5, ya era hora de jubilar el zapatófono que tenia. Y para su padre... siempre se quejaba del coche, así que le regalaría uno más rápido. Y su madre, que le podría regalar a su madre. Un fin de semana en un parador, ella siempre se quejaba de que su padre nunca la llevaba a ningún sitio. Sólo faltaba Ana, pero ella era más rarita así que le daría algo de dinero que se lo gastaría en ropa, y el resto para la universidad.

Un día, cuando volvía de casa, se encontró dos coches de la policía en su portal, habían forzado las puertas de tres pisos y uno había sido el suyo. Se habían llevado la Play 3, la tele nueva, estaba todo revuelto, su madre llorando recogiendo la foto de su boda, el cristal estaba roto y en un acto ilógico intentaba colocar los trozos rotos, como si de un puzzle se tratara.  Antonio salió corriendo a la calle a llamar a su padre al móvil pero como siempre salia el buzón de voz. Siempre igual, nunca tenia el teléfono; de la rabia e impotencia tiró el teléfono al suelo a la vez que lanzaba un grito brutal, su I phone 5 se hizo añicos.

Manolo movió rápidamente la cabeza, salió de sus pensamientos y volvió a la realidad. Y se dio cuenta de que su familia no necesitaba tanto el dinero y más si era de otra persona. Miró al lado y allí seguía el hombre al que se le había caído el sobre. Se acercó a él y le dio el sobre diciendo, "Tome, se le ha caido esto".

   -Muchísimas gracias chico -dijo el hombre- Se puso a sollozar- Este dinero me lo acaban de dar en Cáritas, van a desahuciar a mi familia y a otras más. Con este dinero íbamos a pagar las letras que debíamos y comprar algo de comida, así aguantaremos el tiempo suficiente hasta encontrar trabajo. No sé como agradecértelo, no se que hubiéramos hecho si te lo llegas a quedar, tengo una hija de dos años y mi mujer  está embarazada. Nos habríamos quedado en la calle.- dijo el hombre entre sollozos- no tengo nada que darte para compensarte, pero Dios te sabrá recompensar.
Tras decir esto el hombre se fue.

Manolo se quedó perplejo. Estuvo a punto de quedarse el dinero y arruinar a un montón de familias, pero se dio cuenta que robar y quedarse el sobre era lo mismo. Llegó a su parada, sentía una alegría inmensa que le había brotado de repente. Salió, le dio un beso a María y le contó lo sucedido con una inmensa sonrisa.

MORALEJA: Robar, sea como sea y por el motivo que sea está mal. En esta historia Manolo se encuentra mucho dinero, que "cree" necesitar, cuando se le cae al hombre en el metro. Intenta pensar que eso no es robar, que él lo necesita más y que el fin justifica los medios. Cuando le devuelve el dinero, se da cuenta que a él no le hacía tanta falta y que sólo le puede traer problemas ese dinero robado. Además ese dinero era muy importante para otras muchas familias.

sábado, 2 de febrero de 2013

Las culturas y sus tradiciones
¿Se debe respetar todo porque sea una tradición?


Si nos preguntamos si todas las culturas son iguales, la respuesta es fácil: no. Sólo tenemos que pensar. Nuestra cultura es prácticamente greco-romana con influencias musulmanas, muy parecida a la anglosajona. Pero tenemos diferencias importantes: nosotros circulamos por la derecha y ellos por la izquierda, nosotros medimos en litros y ellos en galones, pesamos en quilos y ellos en onzas, etc. Todo esto hace que parezca que nuestras culturas son muy diferentes, pero no es así, ya que otra de las influencias más importantes es la religión católica que hace que nuestras culturas sean muy similares.

Sin embargo, si pensamos en otras culturas como la musulmana, india, africana, etcétera, no es así. Ahí sí que tenemos muchísimas más diferencias. Hay algunas cosas en común, pero son muy pocas.
Pero si pensamos en las tradiciones ahí cambia la cosa. Por ejemplo, en casa de mis abuelos es costumbre comer ancas de rana en Navidad, y la verdad es que están buenísimas. Cuando se lo digo a mis amigos, les resulta asqueroso. El otros sitios, no se come cerdo. En España, el muchos sitios en Semana Santa los viernes no se come carne. 

Cuando le pregunte a mi padre lo de las tradiciones, me conto que en el Amazonas los chicos de mi edad para poder pasar de la pubertad se tienen que hacer puenting con los pies atados en una liana, y en países de África tienen que matar un león. Pero hay cosas peores. Hay en países que a los homosexuales los matan empalándolos y a las mujeres que son adulteras apedrean. Esto creo que es una animalada y no se puede tolerar.

Por eso yo creo que las tradiciones se deben respetar si no incumplen los derechos humanos. ¿O porque en algunas partes de África sea tradición que los que tienen cáncer si violan a una niña se les curará se debe respetar?

domingo, 18 de noviembre de 2012

Miedo a lo desconocido
El racismo y sus consecuencias


  Si preguntas a una persona de la calle que es el racismo, lo más normal es que te diga que es odio o desprecio a otra persona. Pero la respuesta depende mucho de donde se haga y de la persona a la que se pregunte.

  Para mí el racismo más que una idea es miedo, miedo a todo aquello que hace tambalear el entorno. Hace poco oí en la radio una palabra que me sorprendió: "Peri-mundo". Creo que es algo así como ese espacio que nos rodea a cada uno y en el cual nos sentimos más seguros. Cuando una persona se acerca a nosotros y nos muestra algo que desconocemos o hace cambiar nuestros hábitos, nuestra reacción suele ser de rechazo para intentar protegernos. Esta forma de protegernos puede llegar a límites insospechados, ya que para justificar nuestros errores o equivocaciones, muchas veces nos escudamos culpando a los demás. Hay culturas como la Judía que ha sido muy castigada en su historia, llegando casi a su exterminio en la 2ª Guerra Mundial.

Por eso cuando algo invade nuestro peri-mundo ya sea con cambios en nuestra cultura, nuestra forma de vivir, etc... nuestra forma de protegernos es decir que aquello está mal. Cuando alguien se queja de que ha venido mucha gente a nuestro país para trabajar no se acuerdan de que en la época de nuestros abuelos los españoles se iban a Alemania a trabajar. Este año en las vacaciones, mi abuela me presentó a un vecino (que era español). Hablaba francés y le costaba recordar algunas palabras del español. Nos contó un montón de historias de cuando se tuvo que marchar de España a Francia con sus padres y de como lo pasaron allí. El problema es que ahora cuando ha vuelto a su país hay gente que también le mira mal.

  Yo conozco a un montón de gente, de color diferente al mío, de religión diferente a la mía, de sexo diferente al mío, de ideas diferentes a las mías, de equipo diferente al mío, de país diferente al mío... Y entre ellos tengo muchos amigos, no me fijo si son altos o bajos, si son del Madrid o del Barcelona, tampoco les pregunto en que país han nacido, para mi lo importante son ellos y que son amigos míos no su aspecto, su color de piel o ideas.

   Por eso, como dice mi padre, siempre hay que respetar a las personas, sean como sean. Sobre lo que podemos discrepar es de las ideas o pensamientos.

  Pero hay gente que para defender sus ideas o miedos usan la violencia. Casi siempre se juntan en bandas para ser más fuertes. En Sudáfrica antes se perseguía a los negros, después del apartheid en muchos casos fue lo contrario. En otros países te persiguen si eres cristiano.  Al igual que hay países en los que las mujeres tienen que ir tapadas y no pintan nada.

  Por eso desde el origen del hombre ha habido dos tipos de personas, los que ante lo desconocido han tenido miedo y los que han visto una posibilidad de avanzar.

lunes, 22 de octubre de 2012

Pan y Circo

La Crisis, recortes y sus consecuencias

   Todos los días cuando veo la televisión con mi padre, la palabra más repetida es "CRISIS". Yo creo que ahora se le está echando la culpa de todo a la crisis, si algo va mal, es culpa de la crisis. La pena es que no pueda echar yo la culpa de mis malas notas a la crisis.
 
   Lo único que no entiendo es que si las cosas van tan mal, la gente no haga nada. El otro día pasé cerca del Santiago Bernabéu y estaba lleno de gente ¿Si estamos en crisis y no tenemos dinero, cómo pueden 100.000 personas pagar la entrada del partido? Se lo pregunté a mi padre y me dijo que es algo que pasa desde el tiempo de los romanos. Para controlar al pueblo solo hace falta "Pan y Circo".
 
   Al llegar a casa vimos la peli de Gladiator y la verdad es que lo que vi es lo mismo que está pasando hoy con el fútbol. La gente se queja todo el día, pero cuando empieza el partido se olvida de sus preocupaciones. Da igual si tienes trabajo, si llegas a final de mes o ha subido la gasolina; lo importante es que Falcao marcó un espléndido gol de falta en el último minuto para dar la victoria a su equipo y el Real Madrid tiene en el punto de mira al jugador rojiblanco. Nadie se fija en que el At. Madrid va líder, pero sí en la vida de Piqué, Iniesta, Casillas, Messi, y todos los jugadores conocidos por todo el mundo.

   Mi padre también me contó que hace varios años hubo unas manifestaciones enormes en Galicia. Yo pensé que era como este año, por los mineros. Pero lo que más me sorprendió es que la gente salió a la calle porque había descendido a Segunda B el Celta de Vigo por deber dinero, no por cosas como la falta de trabajo en los astilleros.
Mi pregunta es, si hoy con todos los recortes que estamos sufriendo (en el colegio, con las becas, en los trabajos, etc) ¿por qué no hacemos nada y nos preocupamos tanto de que si Mourinho ha castigado o no a Sergio Ramos?

   Ya lo decía Nerón en la película de Gladiator:
       .- Para dominar al pueblo sólo hay que darle "Pan y Circo"